SIMULACRO
Cepsa realiza un simulacro general de emergencia en sus instalaciones del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria
Las instalaciones de Petrocan, filial de Cepsa dedicada al almacenamiento y suministro de combustibles para barcos, en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria han acogido un simulacro general de emergencia, ejercicio de carácter anual que la empresa realiza para poner a prueba la capacidad de respuesta ante emergencias tanto del centro como de su personal, así como la coordinación con las distintas entidades externas involucradas.
El escenario escogido para la prueba fue el de un incendio en la sala de calderas (lugar donde se calienta el aceite térmico que aporta calor a los tanques de la instalación que lo precisan para aquellos productos que necesitan ser mantenidos a cierta temperatura) causado por una pérdida de gasoil en el circuito de alimentación, contemplando también el rescate de un supuesto herido por caída durante las labores de extinción. Un ejercicio de envergadura que ha implicado un amplio despliegue de medios técnicos y humanos, movilizando a los equipos de emergencia tanto propios como externos.
Tras activarse el Plan de Emergencia Interior (PEI) de las instalaciones al inicio del ejercicio, y después de una primera intervención con medios propios, se solicitó la participación de integrantes del Pacto de Ayuda Mutua entre las empresas petrolíferas de la zona. El simulacro fue escalado a un nivel superior, solicitando, asimismo, la intervención de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, de la Policía Portuaria y del Servicio municipal de Bomberos, que acudió con tres camiones contraincendio, así como con un dron para, desde el aire, mejorar la visión del escenario y agilizar la toma de decisiones.
Para la realización del ejercicio se contó, asimismo, desde el inicio, con la colaboración del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2 del Gobierno de Canarias. La excelente labor de coordinación tanto de medios internos como externos, así como una adecuada respuesta en tiempo y forma permitieron llevar a cabo con éxito la prueba.
El simulacro, en el que participó activamente con misión asignada una quincena de profesionales de Cepsa, y otras tantas personas externas, ha permitido corroborar el buen funcionamiento de los planes de contingencia, la coordinación con administraciones y cuerpos de emergencia, y la formación y entrenamiento del personal de la compañía.
Aparte de servir para evaluar el propio Plan de Emergencia Interior de la instalación, este tipo de simulacros permite valorar el conocimiento del mismo por parte de los trabajadores, practicar las responsabilidades asignadas al personal clave, así como analizar el nivel de coordinación existente entre las distintas áreas operativas, además de analizar los tiempos de respuesta.
Asimismo, ayuda a identificar deficiencias en los recursos disponibles para solventarlas, a evaluar de manera continua la idoneidad de los medios de autoprotección disponibles (humanos y materiales), y permite practicar la coordinación y participación de medios exteriores, entre otros objetivos de esta prueba anual.