VINOS
La DO Vinos de Gran Canaria finaliza el año con uvas de una calidad extraordinaria
La DO Vinos de Gran Canaria ha finalizado la vendimia, una de las etapas más importantes de las bodegas que comenzó en julio con la recogida de la uva blanca en la zona sur de la isla y terminó en octubre con la recogida de los últimos kilos de uva tinta en la Vega de San Mateo. Tres meses de meticuloso trabajo realizado por los hombres y las mujeres del mundo rural que ha cerrado con 295. 890 kilos de uvas, un 55% por ciento menor que la de 2018, una cosecha muy generosa durante la que se recogieron 533.000 kilos de uvas.
La inestabilidad climatológica, con golpes de frío que han alternado con golpes de calor, la humedad persistente -que favorece la aparición del oidio- y los fallos en la floración son las causas principales de que esta vendimia haya sido una de las más limitada de los últimos cinco años, según Pedro Suárez, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria.
Los municipios de Artenara, Tejeda, Valsequillo, Telde y San Bartolomé de Tirajana han sido los más afectados, aunque el descenso en la producción ha sido generalizado en toda la isla. “Este año ha sido complicado en la viña”, dice Javier Ventura, de Bodega Ventura, donde se ha recogido un 15% menos de uva tinta y un 50% menos de uva blanca.
Y, aunque sensiblemente menor, la campaña 2019 ha cerrado con unas uvas de una excelente calidad, un elemento clave para la futura elaboración de los vinos con Denominación de Origen. Así lo expresa Ana Nanclares, gerente de Bodegas Las Tirajanas, quien asegura que, aunque ha habido menos producción a nivel general, se mantiene “la calidad de los vinos blancos y se va a mejorar la calidad de los tintos con respecto al pasado año, elaborados con una uva más pequeña”.
Finalizada la vendimia empiezan a producirse los primeros vinos obtenidos de la cosecha de este año, que, según María Soledad Losada, miembro del Comité de Cata del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria, parece que van a tener una calidad algo superior que el año pasado. “Son vinos con menos acidez, pero con más volumen, complejidad y expresión”, indicó.
Mientras tanto, la vida continúa en el campo y en las bodegas, donde viticultores y bodegueros, conscientes de que el vino es algo más que vino, lo preparan todo para ofrecer experiencias que puedan transmitir la tradición, la historia y la cultura que rodea al vino a todas aquellas personas que quieran acercarse a conocerla.