Desarrollan un algoritmo que convierte los pensamientos en habla artificial
Los científicos esperan que su nuevo estudio sea un primer paso para que las personas que han perdido el habla debido a enfermedades degenerativas puedan recuperarla
Los investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.) han desarrollado un algoritmo que convierte en sonidos inteligibles los mensajes creados por el cerebro.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista Nature, los científicos lograron descifrar las señales neuronales que el cerebro envía al aparato fonador —formado por los labios, la lengua, la garganta, la mandíbula, la laringe y el diafragma—, y adivinar cómo se convertirá en el tipo de articulaciones responsables de producir sonidos.
Para probar su idea, los investigadores reclutaron a cinco voluntarios que se estaban sometiendo a una cirugía cerebral para tratar su epilepsia crónica. Como parte del procedimiento, a los pacientes se les implantó una serie de electrodos en la superficie del cerebro, con el objetivo de filtrar los mensajes neurológicos que movían los hilos de sus sistemas del habla.
También se les colocaron sensores en la lengua, dientes y labios para realizar un seguimiento de sus movimientos. Una vez que todos los sensores estuvieron conectados, los sujetos leyeron cientos de palabras y oraciones de una base de datos de reconocimiento de voz.
Para asegurarse de que el algoritmo funcionaba, los científicos llevaron a cabo dos experimentos separados. En el primero decodificaron las señales cerebrales responsables de los movimientos individuales del tracto vocal y luego los transformaron en oraciones habladas.
Durante la segunda prueba un voluntario primero pronunciaba las oraciones en voz alta y luego las leía en silencio, realizando los movimientos articulatorios pero sin emitir los sonidos.
Los resultados, sin llegar a ser perfectos, fueron de todas formas impresionantes, ya que los oyentes que escucharon las frases producidas de manera artificial transcribieron casi la mitad de ellas perfectamente, teniendo en cuenta además que algunas de las oraciones eran mucho más fáciles que otras.
Los autores del estudio admiten que aún queda mucho trabajo por hacer antes de que puedan convertir su algoritmo en una interfaz cerebro-computadora clínicamente viable. No obstante, afirman que ya han logrado una prueba de concepto convincente, lo que podría ser un primer paso para que las personas que han perdido el habla debido a enfermedades degenerativas puedan recuperarla.