Carnaval de Día 2019 en Vegueta

Desde que se comenzó a celebrar este multitudinario evento, el Carnaval de Día, cada nueva edición es más colorida y más concurrida, una explosión de fantasía y sana alegría. Empieza a las 12 del medio día, hora canaria, es decir cuando la gente quiera llegar, que como es bien sabido las cosas aquí se hacen al golpito y sin ajuleos...

La gente muestra una imaginación y un humor admirables, que hace sonreír con los disfraces a los paseantes y a los grupos más o menos espontáneos de personas disfrazadas de lo más pintoresco y simpático. Es normal encontrar familias enteras, con niños y abuelos, participando y disfrazados. Es una muestra de alegría como pocas... ¡y se hace a pleno Sol... bueno también se prolonga hasta la madrugada en otros lugares y plazas de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria!

Los participantes se maquillan sin excesos, acorde con los disfraces, para poder ser normalmente reconocidos por los amigos, que entre fiestas, risas y compartiendo unas cervecitas, celebran a Don Carnal y también a Doña Carnala, no vayan a molestarse las igualitarias del Cabildo y la Cabilda...

Hoy es infrecuente, pero antaño, hace muchos, pero que muchos años, era normal encontrar por las calles “mascaritas”, gentes disfrazadas y con careta, que disimulando la voz se saludaban unas a otras con aquello de ¿me conoces mascarita? Más de un equívoco se producía.

También se celebraba una réplica del Carnaval Veneciano frente a la Casa de Colón, con sus exagerados y elegantes disfraces palaciegos, que he de reconocer y reconozco, echo mucho de menos verlo de nuevo (¿oíste alcalde Hidalgo, tomaste nota, Inmaculada?).

De aquellos tiempos es la letra y música del tema La Mascarita, compuesta por M.R. Melián (www.youtube.com/watch?v=tpI9qFSL7XM):

Me conoces mascarita,

me decías tú a mí,

con la cara tapadita

por un pañuelito gris.

Te cogí por el cloquío

sin embargo me callé,

pensaste que me engañabas

y fui yo quien te engañé.

Al son de aquella berlina

nos pusimos a bailar,

te abrazaba suavemente

sin atreverme a apretar.

Jolgorio de Carnavales,

Santa Ana a rebosar,

y sólo sentía el susurro

de tu aliento al respirar.

A eso de la media noche

te tuviste que marchar.

Te acompañé hasta los Reyes,

me besaste en tu zaguán.

Escondida en tu careta

me robaste el corazón.

¡Menos mal que te atreviste

y a mi me faltó valor!

Esto fue en los Carnavales

¡me parece que fue ayer!,

corre y ponte tu careta

y enamórame otra vez.