CRÓNICA ROSA
El triste ocaso de Octavio Aceves, que se apaga por momentos
Octavio Aceves está ingresado en una clínica. Sufre Alzhéimer y demencia vascular
Octavio Aceves, en tiempos una de las grandes figuras de la televisión española gracias a su labor como vidente, aparece en la revista Pronto para relatar la razón que ha llevado a su prematura desaparición de los medios.
Aceves, ingresado en una clínica, padece Alzhéimer y demencia, además de graves problemas vasculares. Sufre, por tanto, severas pérdidas de una memoria que se apaga por momentos. Según un amigo personal, Rubén, el pasado mes de abril sus allegados se percataron de esas ausencias y crisis. "Tuvo un brote psicótico y le mandaron al psiquiátrico", cuenta sobre los primeros coletazos del drama. De la López Ibor salió estable, pero después hubo recaídas e incluso estuvo a punto de desangrarse, tras reventar varias varices internas.
El vidente, según el entrevistador de la revista, cree vivir en un pequeño apartamento de su propiedad, y asegura que en febrero abrirá su consulta. Pero nada de esto es cierto, ya que Octavio vive recluido en una habitación de la residencia geriátrica de Almonacid, en Guadalajara.
Allí, Aceves (de 71 años) mezcla momentos de lucidez con otras de olvido absoluto en los que no sabe "nada" de sus amigos. Su secretaria Macarena y su amigo Rubén son las dos presencias más constantes de su vida, ya que su hermana vive en Suecia y su madre también padece Alzheimer.
Su marido, Napoleone, conoce la situación. "Creo que vendrá pronto. Ya sabes que vive en Nápoles... Me llama por teléfono dos veces al día", dice. Pero son su secretaria y su amigo Rubén quienes pagan sus gastos, entre ellos su deuda con una financiera y los gastos del piso, que estuvo a punto de ser embargado.