REINO UNIDO
Theresa May, acorralada por las dimisiones y la oposición, defiende su acuerdo para el Brexit
"Este acuerdo pone fin a la libertad de movimiento, recupera el control de nuestras fronteras, las leyes y el dinero", ha afirmado May
La primera ministra británica, Theresa May, ha comparecido este jueves ante la Cámara de los Comunes para defender el acuerdo para el Brexit alcanzado con Bruselas en medio de las dimisiones en las filas de su Gobierno y las críticas feroces de la oposición, incluidos los laboristas, que amenazan con no apoyar el texto.
"Este acuerdo pone fin a la libertad de movimiento, recupera el control de nuestras fronteras, las leyes y el dinero, y ofrece una política exterior y de defensa independiente mientras que mantiene la cooperación en materia de seguridad para mantener a nuestros ciudadanos a salvo", ha defendido la primera ministra en su intervención.
May ha sostenido que ha adoptado "las decisiones correctas, no las más fáciles" a la hora de cerrar el acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE. "He elegido hacer lo que es lo mejor para el interés del pueblo británico", ha insistido, asegurando que el texto cumple con la decisión de los ciudadanos de abandonar la UE.
En este sentido, ha instado a los diputados a respaldar el texto, cuyo rechazo ha provocado ya la salida de dos de los miembros de su gobierno tan solo un día después de que el gabinete refrendara el acuerdo, "por el interés nacional". "Votar en contra nos llevaría de vuelta a la casilla de salida", ha advertido.
"La elección está clara: elegir salir sin acuerdo, arriesgarse a que no haya Brexit o podemos elegir unirnos y apoyar el mejor acuerdo que puede negociarse", ha reivindicado la 'premier', al tiempo que ha dejado claro que su Gobierno también sigue preparándose para la eventualidad de que no haya acuerdo antes del 29 de marzo de 2019, cuando debe hacerse efectiva la salida de Reino Unido del bloque.
Por su parte, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, ha sostenido que "este no es el acuerdo que se prometió al país y el Parlamento no puede, y creo que no lo hará, aceptar una falsa elección entre un mal acuerdo y ningún acuerdo".
Corbyn pide retirar el acuerdo
En este sentido, el líder laborista ha sostenido que "el Gobierno debe retirar este acuerdo a medio hacer que no tiene el respaldo del gabinete, el Parlamento o el país en su conjunto". Según Corbyn, lo aprobado por May y sus ministros es un "enorme fracaso" que no respeta las "líneas rojas" que ella misma se fijó ni tampoco las marcadas por los laboristas. "Es un salto hacia la oscuridad", ha resumido.
A su vez, el líder de los Liberal Demócratas, Sir Vince Cable, ha animado a la primera ministra a que acepte la celebración de un segundo referéndum "por mucho que lo odie". Según Cable, "el voto de los ciudadanos es una solución".
En declaraciones previas a su intervención en los comunes, el líder liberaldemócrata ha sostenido que el Ejecutivo ha llevado al país a "un viaje sin una idea real de su trayecto o su destino". "El Gobierno conservador se está desmoronando y está claro que los conservadores están llevando al país al abismo", ha añadido.
Para el líder del Partido Nacional Escocés (SNP) en el Parlamento británico, Ian Blackford, May "está intentando vendernos un acuerdo que está condenado al fracaso y que ni siquiera su ministro para el Brexit podía soportar".
Asimismo, ha criticado que el documento, de casi 600 páginas, no incluya ninguna mención a Escocia cuando Irlanda del Norte aparece en cien ocasiones y ha cuestionado por qué si este último territorio puede permanecer en el mercado único no puede ocurrir lo mismo con Escocia, cuyos ciudadanos votaron mayoritariamente a favor de la permanencia en la UE en el referéndum de 2016.
En opinión de Blackford, "el precio que Escocia se vería obligada a pagar es demasiado alto" al tiempo que ha pedido a la primera ministra que respete más a las instituciones escocesas y reclame a Bruselas una prórroga del periodo de aplicación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que fija la fecha de salida para el 29 de marzo del próximo año, una opción que ha rechazado de plano May.
También se ha mostrado crítico con el acuerdo el líder del partido unionista DUP en la cámara, Nigel Dodds, que ha lamentado que el Parlamento británico está en una posición en la que "la elección está sujeta a normas y leyes de otros que pueden no tener en mente nuestros intereses".
Así las cosas, ha añadido, hay dos opciones: "O nos levantamos por Reino Unido, o votamos a favor de un estado vasallo con la disolución de Reino Unido". La primera ministra ha asegurado al líder del DUP, cuyo partido respalda a su Gobierno, que Irlanda del Norte ha sido uno de los asuntos clave en la negociación y que está comprometida con evitar una frontera 'dura' entre este territorio e Irlanda y "proteger la integridad de Reino Unido".
Cascada de dimisiones en el Gobierno
La intervención de May ha venido precedida por las renuncias de varios de los miembros de su gabinete. La más señalada, es la del que hasta ayer era su ministro para el Brexit, Dominic Raab. "No puedo encajar los términos del acuerdo propuesto con las promesas que hicimos al país en nuestro programa electoral. Es (...) una cuestión de confianza pública", ha alegado en su carta a May, difundida en su cuenta oficial de Twitter.
En una entrevista posterior en la BBC, Raab ha asegurado que pese a su decisión de dimitir, sigue respaldando a May como primera ministra. "La respeto, la tengo en alga estima y creo que debería seguir", han sido sus palabras, según ha informado la cadena. "Pero creo que necesitamos cambiar el curso respecto al Brexit", ha añadido.
También han presentado su dimisión la ministra de Trabajo y Pensiones de Reino Unido, Esther McVey, el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Shailesh Vara, y la viceministra para el Brexit, Suella Braverman.