El cambio de bañera por plato de ducha llega en algún momento de nuestras vidas
Cuando queremos hacer reformas en el baño, una de las primeras cuestiones que nos planteamos es si dejamos la bañera o aprovechamos para dar el paso e instalar un plato de ducha, algo que acabaremos haciendo tarde o temprano.
Este cambio está más que justificado por cuestiones de espacio cuando contamos con baños en espacios reducidos, de tamaño mediano o pequeño, pues ganamos un área extra que no pasará para nada desapercibida que podemos utilizar para colocar toalleros, calefactores o muebles, además de una mayor amplitud en el campo visual que siempre es de agradecer para aumentar la sensación de confort.
Pero esta es solo una de las ventajas, sin duda el ahorro energético y económico no son nada desdeñables para una sociedad que está cada vez más preocupada por el cambio climático y sufriendo aún las consecuencias de la pesada crisis, y es que la cantidad de agua que desaprovechamos en la bañera (unos 230 litros de media) es bastante superior a los consumidos durante una ducha (100 litros de media).
Por si esto fuera poco, los platos de ducha son más fáciles de limpiar, más higiénicos y producen un menor riesgo de accidentes por ser antideslizantes y eliminar las barreras arquitectónicas propias de las bañeras, una de las causas esta última por la que comentábamos que es un cambio que terminará por hacerse, tarde o temprano, cuando por edades avanzadas nos cueste más trabajo movernos y superar estas dificultades.
¿Qué plato de ducha elegir?
Una vez que hemos decidido que vamos acometer este cambio, prácticamente inevitable y que nos reporta tantas ventajas, llega el momento de la decisión, de qué plato de ducha elegir. En cuanto al color, el estilo y el diseño, elegiremos aquel que vaya acorde con el resto de la estancia, pero lo que sí tenemos claro es que la mejor opción será siempre elegir platos de ducha antideslizantes para evitar posibles accidentes al resbalar, máxime si hay niños o personas mayores en casa.
Destacamos de entre todos los platos de duchas que encontrarás en el mercado, aquellos que están elaborados con resina y minerales.
Estos platos de ducha están fabricados con una mezcla de resinas y minerales prensados y que como resultado dan un material más resistente que la fibra de vidrio y el acrílico. Están compuestos por un material impermeable y las posibilidades que frecen son infinitas, pudiendo elegir en el acabado entre numerosas texturas, como la pizarra, la piedra caliza, la piedra natural…
Ventajas de los platos de duchas de resina
Ahora que hemos visto cómo es su composición, vamos a ver las ventajas que nos reportan en nuestro aseo diario.
Mayor rigidez:
Estos platos presentan una mayor rigidez, que se traduce en una mayor sensación de estabilidad y durabilidad que la que proporcionan los platos de porcelana tradicionales, por ejemplo. Así mismo, estos materiales proporcionan una sensación de calidez muy acogedora.
Pueden estar hechos a medida, en función del espacio de que se disponga en el baño para el plato de ducha, lo que lo hace especialmente práctico en el caso de contar con baños de dimensiones muy reducidas.
Como mencionábamos con anterioridad, son superficies totalmente antideslizantes, lo que los hace muchos más seguros frente al resto de materiales con los que pueden ser elaborados.
Su fácil instalación es otro de los puntos a favor de estos platos de ducha, puesto que no hay necesidad de ser un experto e incluso puedes decidirte a cambiarlo por ti mismo. Si no te ves preparado, evidentemente, siempre puedes recurrir a la ayuda de un profesional o a ese amigo manitas que todos conocemos.
Este material es totalmente impermeable, una gran ventaja frente a los paltos de ducha realizados de obra con materiales como el gresite o las baldosas, donde la impermeabilidad se realiza con otros materiales de revestimientos internos, como la tela asfáltica. Esto hace que el proceso sea mucho más complejo y tenga que ser realizado forzosamente por un profesional que garantice buenos resultados.
Otro de los factores decisivos para decantarse por los platos de ducha de resina y minerales es su excelente relación calidad/precio, con el que tendrás un plato de ducha que te durará toda la vida.
Por último, como presenta tanta variedad en sus acabados y colores, son una excelente opción decorativa para aportar a tu baño el estilo que más te apetezca, pudiendo añadir un elemento de gran impacto visual al baño.
Actualmente, se pueden elegir colores cásicos, como el blanco o el beig, pero también se puede optar por colores más atrevidos, como el negro. Entre las texturas, destacamos el impacto visual de la piedra y la pizarra, pero también se puede optar por el acabado liso, si es eso lo que preferimos. También existen patrones decorativos de lo más diversos, como rayas de cebra, círculos…
Por todas estas ventajas, lo mejor si nos decidimos a hacer una reforma en el baño es que cambiemos la bañera por el plato de ducha, si es que no lo hemos hecho ya, y de entre todos los materiales posible, el de resina y minerales es el más idóneo para este elemento fundamental en cualquier cuarto de baño.