Problemas de fontanería más habituales en el hogar
Existen distintos problemas de fontanería que suele ser más frecuentes en nuestro hogar, de manera que es importante que los conozcamos para poder realizar una buena vigilancia y, sobre todo, actuar antes de que la situación se pueda agravar.
Hay determinadas averías de fontanería que se suelen dar con más frecuencia en nuestro hogar, de manera que vamos a analizar algunas de las principales con el objetivo de mantener una revisión constante que evite mayores problemas. A su vez también estudiaremos las distintas opciones de reparación, mientras que, si no queremos tener problemas durante el proceso y acabar gastando más de la cuenta, también recomendamos contactar con fontaneros de Tenerife a través de los cuales tendremos la garantía de un trabajo bien hecho en el mínimo plazo de tiempo.
Un grifo que gotea puede llegar a perder muchos metros cúbicos de agua
Una de las averías más frecuentes que se pueden producir en el hogar en materia de fontanería es precisamente cuando un grifo empieza a gotear, y es que es posible que, si nuestras instalaciones tienen ya unos ciertos años, si observamos todos los grifos, alguno de ellos puede estar perdiendo algo de agua sin que nos demos cuenta.
Debemos tener muy claro que, aunque vaya cayendo gota a gota y dé la sensación de que realmente nos está perdiendo prácticamente nada de agua, si vamos sumando todas estas gotas a lo largo del día, al final la pérdida es mucho más considerable de lo que podamos pensar en un primer momento. De hecho no tenemos más que hacer la prueba y acercar una palangana o una botella al grifo que está perdiendo algunas gotas de agua, con lo que a lo largo del día veremos la cantidad total de agua desperdiciada, de manera que tan sólo tenemos que realizar un cálculo muy sencillo que nos ayude a valorar todo el agua que podemos acabar perdiendo a lo largo de la semana, el mes e incluso el año.
Por otra parte también debemos ser conscientes de que las pérdidas de agua siempre van a peor, es decir, un grifo que gotea nunca va a dejar de gotear por arte de magia, salvo si no lo utilizamos y sacaba atascando con la propia cal, pero evidentemente los grifos están para ser usados, lo que significa que este goteo siempre va a ir a peor, por lo que es absurdo dejar que se sigan gastando el agua innecesariamente ya que tarde o temprano lo vamos a tener que arreglar exactamente igual.
Comprueba también el estado de tu cisterna y asegúrate de que no pierde agua
Por otra parte también es importante que comprobemos el estado de la cisterna de los másteres por esta misma razón, y es que hay determinadas juntas de goma y piezas que, con el paso del tiempo, se van deteriorando poco a poco, lo que hace que sea habitual que se acaben produciendo pequeñas fugas.
De hecho esta es una avería también bastante frecuente sobre todo en instalaciones que ya tienen unos cuantos años, y en este caso normalmente lo que vamos a tener son problemas de juntas, es decir, si lo arreglamos por nuestra parte vamos a gastar apenas unos euros y tendremos otra vez la cisterna perfectamente preparada para muchos años.
Sin embargo, en el caso de que se estropee la bomba o la cisterna presente problemas, entonces es mejor que no nos calentamos la cabeza y contactemos directamente con nuestro fontanero de confianza.
El atasco de tuberías, otra de las averías que se dan con una mayor frecuencia
Y finalmente, otro de los problemas frecuentes que nos podemos encontrar son los atascos, y es que muchas veces echamos desperdicios por los desagües que, junto al jabón y los detergentes así como aceites se van acumulando hasta que se produce el cierre de la luz del tubo.
Salvo casos muy particulares, los atascos por norma general se producen de un modo progresivo, por lo que, en el momento en el que empecemos a detectar que el agua pasa con algo de dificultad, será el instante perfecto para utilizar un buen desatascador que nos ayude a realizar una completa limpieza de las tuberías con lo que aumentaremos su vida útil y evitaremos atascos de mayor gravedad más difíciles de eliminar.